Las claves del acercamiento entre EE UU y Cuba: ¿qué se ha hecho y qué queda pendiente?

El contratista estadounidense Alan Gross abraza a un familiar que lo esperaba a su regreso a EE UU después de cinco años de cautiverio en Cuba.
El contratista estadounidense Alan Gross abraza a un familiar que lo esperaba a su regreso a EE UU después de cinco años de cautiverio en Cuba.
Cedida por la Fuerza Aérea de EE UU / EFE
El contratista estadounidense Alan Gross abraza a un familiar que lo esperaba a su regreso a EE UU después de cinco años de cautiverio en Cuba.

El anuncio del restablecimiento de las relaciones diplomáticas entre Estados Unidos y Cuba supone el inicio de un proceso que se prevé largo y no exento de obstáculos. El presidente estadounidense, Barack Obama, ha reconocido que los cambios anunciados no provocarán "una transformación de la sociedad cubana de la noche a la mañana". Y por su parte, el presidente de la Cámara de Representantes, el republicano John Boehner, ya ha advertido de que "las relaciones con el régimen de Castro no deben ser revisadas hasta que el pueblo cubano sea libre".

El Congreso será el que tenga la última palabra sobre el fin del bloqueo. Controlado a partir de enero por los republicanos, más reacios a estrechar esos lazos, Obama sabe que se la juega y por eso ha pedido a la Cámara un debate "honesto" sobre el levantamiento del embargo impuesto a la isla en 1961.

Pese a los problemas que puedan surgir, tras 54 años de aislamiento no cabe duda que lo ocurrido este miércoles es un hecho histórico. Para explicar este giro en la política estadounidense, la Casa Blanca ha publicado un documento en el que argumenta el cambio y en el que adelanta las medidas que tiene previsto tomar.

Liberados cinco presos

Dichas medidas se irán poniendo en marcha a lo largo de los próximos meses. De hecho, de todo lo acordado lo único que se ha materializado es el intercambio de presos. EE UU ha liberado a tres cubanos detenidos en 1998 en Miami acusados de espionaje. Gerardo Hernández, Ramón Labañino y Antonio Guerrero han aterrizado ya en La Habana y han sido recibidos por el presidente, Raúl Castro.

Los tres hombres fueron excarcelados a cambio de un oficial de inteligencia estadounidense que llevaba casi 20 años preso en Cuba, según la Casa Blanca. El Gobierno cubano también ha puesto en libertad a Alan Gross, encarcelado desde 2009 y quien había iniciado una huelga de hambre en abril. Altos funcionarios cubanos señalaron no obstante que el contratista no ha sido devuelto a cambio de sus tres compatriotas, sino "por razones humanitarias".

Gross, que ya está en su país, fue condenado a quince años de cárcel tras ser acusado de introducir equipos de alta tecnología con la intención de establecer el servicio de Internet de forma ilegal.

Relaciones bilaterales

Obama ha dado instrucciones al secretario de Estado, John Kerry, para que de forma inmediata inicie negociaciones con Cuba sobre el restablecimiento de las relaciones diplomáticas. Estados Unidos reabrirá en los próximos meses su embajada en La Habana —actualmente tiene una Sección de Intereses— y Cuba hará lo mismo en Washington.

Se realizarán intercambios y visitas de alto nivel en el marco del proceso de normalización. La primera de ellas será la de la secretaria de Estado adjunta para Asuntos del Hemisferio Occidental, Roberta Jacobson, que encabezará la delegación estadounidense en la próxima ronda de conversaciones migratorias que se celebrará en enero en la capital cubana.

Estados Unidos trabajará con Cuba en asuntos de interés mutuo y que sirvan a los intereses nacionales, como la migración, la lucha contra el narcotráfico, la protección del medio ambiente y el tráfico de personas.

Obama también ha dado instrucciones a Kerry para que se inicie de forma inmediata una revisión, de la que se deberá informar en un plazo de seis meses, de la inclusión de la isla en la lista de países que apoyan el terrorismo, en la que está desde 1962.

Democracia y derechos humanos

La Administración estadounidense asegura que no dejará de lado su defensa de la democracia y los derechos humanos y que por tanto seguirá apoyando que haya una mejora en este sentido en Cuba y que se produzcan "reformas democráticas". "Nuestros esfuerzos van encaminados a promover la independencia del pueblo cubano para que no necesite depender del Estado", ha defendido la Casa Blanca. Pero, "en último término, será el pueblo cubano quien lleve a cabo las reformas políticas y económicas", ha reconocido.

Obama participará en la Cumbre de las Américas que se celebrará el próximo mes de abril en Panamá y en la que, según el Ejecutivo de EE UU, los derechos humanos y la democracia serán temas clave. Cuba también ha sido invitada a ese encuentro.

Estados Unidos discutirá además con los Gobiernos de Cuba y México sobre la frontera marítima en el Golfo de México, que no ha sido delimitada.

Viajes y remesas

El documento publicado por la Casa Blanca recoge igualmente que se facilitarán más los viajes de las doce categorias por las que ya se permite viajar a la isla: visitas familiares; negocios oficiales del Gobierno estadounidense, gobiernos extranjeros y algunas organizaciones intergubernamentales; actividad periodística; investigación professional y encuentros profesionales; actividades educativas; actividades religiosas; actos públicos, clínicas, talleres, competiciones deportivas, y exposiciones; apoyo al pueblo cubano; proyectos humanitarios; actividades de fundaciones privadas o investigación o institutos educativos; exportación, importación o transmisión de información o materiales de información; y ciertas transacciones de exportación que podrían autorizarse bajo las actuales regulaciones y directrices.

Asimismo, se facilitará el envío de remesas. Para ello se elevará de 500 a 2.000 los dólares que se podrán mandar por trimestre a ciudadanos cubanos —excepto a algunos responsables del Gobierno o el Partido Comunista—. No hará falta licencia en caso de que los envíos sean para apoyar al pueblo cubano y al desarrollo del sector privado en la isla.

Exportación e importación

El embargo estadounidense sigue vigente. Castro ya afirmó este miércoles que el histórico anuncio no quería decir "que lo principal se haya resuelto". "El bloqueo económico, comercial y financiero que provoca enormes daños a nuestro país debe cesar", agregó.

Este será otro de los puntos que deberá resolverse paulatinamente. EE UU ha anunciado una serie de medidas económicas que irá poniendo en práctica. Así, va a permitir vender o exportar más bienes y servicios a Cuba con el fin de fomentar el creciente sector privado. Permitirá exportar material de construcción para edificios residenciales, bienes para uso de los conocidos como cuentapropistas y material agrícola para los pequeños agricultores.

En sentido inverso, los ciudadanos estadounidenses podrán importar bienes por valor de 400 dólares, de los que no más de 100 dólares podrán ser tabaco y alcohol.

También podrá haber transacciones autorizadas entre ambos países y para facilitarlas se permitirá a las instituciones estadounidenses abrir cuentas en instituciones financieras cubanas. Igualmente se permitirá el uso de las tarjetas de débito y de crédito estadounidenses en los viajes a la isla.

Telecomunicaciones e internet

Otro de los puntos claves será el incremento del acceso que los cubanos tienen a Internet para fomentar su capacidad de comunicarse libremente. Actualmente existe una penetración del 5% .

Para ello, podrán exportarse algunos aparatos, como software y hardware que contribuyan a que los cubanos puedan comunicarse con personas fuera del país. Las empresas de telecomunicaciones podrán establecer los mecanismos necesarios, incluida infraestructura, para ofrecer servicios comerciales de telecomunicaciones e Internet.

El papel de Europa

El restablecimiento de las relaciones entre EE UU y Cuba deja a la Unión Europea atrás. Los Veintiocho alcanzaron a principios de este año un consenso para abrir la negociación de un acuerdo bilateral con Cuba, aunque determinaron que se le seguría aplicando la llamada "posición común", una política de 1996, impulsada por el Gobierno español encabezado entonces por José María Aznar, que condicionaba todo progreso en las relaciones a avances en la democratización y los derechos humanos en la isla, defendiendo el contacto directo con los disidentes. Lo que planteó la UE el pasado enero fue iniciar la negociación de un acuerdo de asociación con el régimen de Castro mientras se matenía esa "posición común".

Algo más de un mes después, el ministro de Exteriores de la isla, Bruno Rodríguez, anunciaba que su país había comunicado a la UE que aceptaba la propuesta para abrir esa negociación de diálogo político y cooperación y mostraba su satisfacción ante dicha iniciativa.

"¿Cómo gestionará ahora la Unión Europea su posición común hacia la isla, que data de tiempos de Aznar, y que lleva meses en proceso de revisión y diálogo?", se pregunta Nacho Segurado en su blog Europa Inquieta. "La maquinaria europea, es cosa sabida, es bastante más lenta que la estadounidense", continúa.

En el caso concreto de España, se ha producido un acercamiento en los últimos tiempos. En noviembre, el titular de Exteriores, José Manuel García Margallo, se convertía en el primer ministro de Mariano Rajoy en visitar Cuba. Durante esa visita, el jefe de la diplomacia española no se reunió con Raúl Castro, pero sí con su homólogo Bruno Rodríguez; con el titular de Comercio Exterior e Inversión Exterior, Rodrigo Malmierca, y con el vicepresidente del Consejo de Ministros, Ricardo Cabrisas. "Las relaciones entre España y Cuba son probablemente de las más próximas que podemos tener en el mundo", llegó a declarar Margallo.

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